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Cómo diseñar un producto exitoso en 3 pasos

Actualizado: 2 ago 2023

Diseñar un producto nuevo, que sea diferente y que sea adecuado para un grupo específico de clientes podría parecer sencillo, pero nada más alejado de la realidad. Es un proceso que toma su tiempo y dedicación, que si se hace correctamente te va a evitar muchos dolores de cabeza.


Sé que suena complicado, pero no te preocupes, te voy a guiar paso a paso en este proceso.


“Se me acaba de ocurrir una idea!”


“te apuesto que a nadie se le ha ocurrido antes”


“tengo un producto que les gusta a todos los que lo prueban”.


Son frases que se escuchan una y otra vez de boca de emprendedores entusiastas que sienten que su idea cambiará el mundo.


Pero, allí justamente está el error.


Emprendedores senior en reunión de diseño de producto.
Emprendedores senior en reunión de diseño de producto. Imagen diseñada con Bing Image Creator IA

1er. paso: Debes tener un problema al que encontrarle una solución, no una solución a la que encontrarle un problema.

Lo primero que necesitamos hacer es identificar un problema que podamos resolver con nuestras capacidades, esa solución podría eventualmente convertirse en nuestro producto.


Empieza por el problema, no por la idea, por mas genial que le parezca a tus amigos.


No se trata de inventar algo que nadie necesita, sino de encontrar una oportunidad en el mercado donde podamos ofrecer algo mejor que lo que ya existe.


Entonces, allí va el segundo paso


Emprendedores senior diseñando un cohete.
Emprendedores senior diseñando un cohete. Imagen diseñada con Bing Image Creator IA

2do. paso: Investiga quienes tienen el problema y cómo lo solucionan actualmente

Esto implica hacer una investigación de mercado, pero no te asustes, no tiene por qué ser algo costoso ni tienes que contratar a nadie, la puedes hacer tu mismo y eso es mejor pues te ayuda a entender de primera mano al mercado.


Primero encuentra a los que tienen el problema y cómo lo resuelven, si tienen características distintas entre sí, agrúpalos, segméntalos y mira cómo solucionan su problema, es decir a quiénes le compran, cómo les solucionan el problema tus competidores.


¿Cómo hacemos eso?


Pues hay varias formas de hacerlo, pero una muy efectiva es conversar con ellos.


Sí, así como lo lees.

Busquemos los tipos de clientes distintos, de gustos diferentes, de situación de vida distintas, para conversar con ellos para ver hacia dónde nos llevan.

Podemos hacerles preguntas abiertas sobre sus hábitos, preferencias y problemas relacionados.


Analiza a la competencia y todo lo que hacen para resolver, cómo se publicitan, cómo llegan a sus clientes, qué es lo que valoran de ellos sus clientes, cuánto pagan, etc, etc.


Recuerda que en este punto has analizado varios tipos de clientes, que compran varias marcas para resolver el mismo problema tal vez de distinta forma.


Respira hondo, no es tan complicado.


Acá viene el tercer paso.


Proceso de diseño de productos.
Proceso de diseño de productos. Imagen diseñada con Bing Image Creator IA

3er. paso: Elige un cliente a quien puedas venderle y una competencia a quien puedas ganarle

Llega el momento de tomar decisiones estratégicas.


De las conversaciones poco a poco deben haberse ido distinguiendo personas con intereses similares con problemas similares.


Allí debes tomar tus primeras decisiones estratégicas:


¿A qué tipo de clientes puedo ayudar?


¿Puedo crear una solución que los ayude mejor que las alternativas del mercado?


Juego de ajedrez ganando el rey blanco haciendo caer al rey negro
Los negocios son como el ajedrez, buscas ganar con estrategia

Como ya investigamos los distintos tipos de clientes que tienen el mismo problema y conocemos lo que necesitan, sus deseos y frustraciones, podemos decidir por el tipo de cliente que mejor, más rápido y/o más eficientemente podamos ayudar.


En este punto, seleccionamos un tipo de cliente por las razones más lógicas del mundo: al que le podamos vender más fácil, atender mejor y que tenga el potencial de comprarnos más frecuentemente.


Con la selección del cliente, elegiste competencia, así que te debes asegurar de que es manejable y de que tus capacidades pueden superarlos o al menos mantenerlos a raya. Si no te sientes seguro de lograrlo, siempre puedes cambiar de perfil de cliente.

En conclusión, hay que desarrollar la solución elegida adecuada para el perfil elegido, con la solución elegida, que supere a la competencia elegida.

El proceso de diseño de un producto nuevo no termina aquí. Hay que probar el producto con usuarios reales para comprobar su funcionamiento y su aceptación.


Hay que lanzar el producto al mercado y monitorizar su rendimiento y su impacto. Y hay que seguir actualizando y optimizando el producto según las demandas del mercado y las tendencias del sector.


Como ves, diseñar un producto nuevo no es sencillo ni rápido. Es un proceso complejo y desafiante que requiere de mucha investigación, creatividad e iteración. Pero también es un proceso apasionante y gratificante cuando se consigue crear algo diferente y adecuado para un grupo específico de clientes.


Todo este proceso es parte de la Escalera de Decisiones Estratégicas que puedes encontrar en mis redes.


Espero que te haya gustado y te sirva en tu camino emprendedor.


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