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¿Víctima o estratega?

Actualizado: 10 may 2021

Parece ser que Uber Eats es una víctima de la pandemia al igual que Lan Perú o Avianca y que, según Gestión, “tomaron ésta decisión teniendo en cuenta las complejidades y costos operativos que (ahora) requieren las políticas del gobierno peruano”.

Pero… algo no encaja



El viernes, 29 de mayo del 2020, como todos los días, abro mi bandeja de entrada y entre docenas de spams encuentro uno de Uber, enviado puntualmente a las 8 am con el asunto “Actualización sobre Uber Eats en Perú”. No me pareció importante así que lo dejé para el final, junto con las invitaciones a seminarios virtuales y avisos del banco que, la verdad, ya me dá flojera abrir. Como al mediodía, finalmente lo leo y lo vuelvo a leer para entender bien lo que decía. Uber Eats se iba del Perú.

En un comunicado bastante conciso, y un poco desconcertante, Uber anunciaba que su app Uber Eats dejaría de funcionar definitivamente el próximo 29 de junio. Ya no contarían con “socios repartidores”, pues, especificamente mencionan que su app, a partir de la fecha, solo servirá para “pedir comida de restaurantes que cuenten con personal de entrega propios”, es decir, adios a sus “socios repartidores” y a sus bonitas cajas verdes… después de controlar el impulso por corregir mentalmente el comunicado para que sea un poco mas empático, parecía ser que Uber Eats era una nueva víctima de la pandemia al igual que Lan o Avianca y que, según Gestión, “tomaron ésta decisión teniendo en cuenta las complejidades y costos operativos que (ahora) requieren”. Algo bueno después de todo, es que solo la app de Uber Eats se iba del Perú, no la app de movilidad (uff, felizmente).


Pero algo no encaja… ¿las nuevas medidas son tan complejas y costosas? si Rappi y Glovo las van a implementar sin mayores reclamos ¿por qué Uber Eats no podría?… y mas aún, si el delivery por aplicativo va a ser una de las industrias de mayor crecimiento en todo el mundo por las condiciones actuales ¿porqué no seguir?.

Aguanta!

Talvez las razones de su salida no sean tan simples. Valía la pena investigar un poco más.



A mediados del mes de abril, El Comercio, publica una nota de prensa de Uber Eats donde expresan sus planes para el reinicio de actividades, como activar la campaña #ConsumeLocal con sus 1,500 restaurantes afiliados y el apoyo que darían a sus socios repartidores, todo iba de lo mas normal, entonces… ¿qué cambió?.


Estrategia, estrategia, estrategia

Al desarrollar un plan estratégico, antes que nada, se debe evaluar si las condiciones son favorables, tanto las condiciones externas (las leyes, la economía, la tecnologia, las condiciones sociales y el ambiente competitivo) como las condiciones internas (las capacidades de la propia empresa), luego con ésta “información ambiental” se establecen objetivos alcanzables a corto, mediano y largo plazo. Estos objetivos deben tener una meta numérica y temporal, por ejemplo “lograr 30% (meta numérica) de participación de mercado para el 2021 (meta temporal)” o “vender 5,000 unidades (meta numérica) hasta fin de año (meta temporal)”.

El 4 de mayo, Forbes anuncia el retiro de Uber Eats de ocho países: Uruguay, República Checa, Egipto, Honduras, Rumania, Arabia Saudita, Ucrania y ahora se suma al Perú.


El retiro de dichos mercados, no fue por las políticas del gobierno o por los nuevos cuidados que deben tener las entregas, que ahora son muy similares en todo el mundo, sino porque no lograron llegar a ser el aplicativo número uno o numero dos de dichos mercados, no encontraron la forma de enfrentar a los Rappis o Glovos del mundo.


En mayo, Uber Eats cumplió exactamente 2 años de su ingreso al Perú y entró bajo el paraguas de la multinacional Uber, con una gran inversión publicitaria siempre buscó ser una de las primeras opciones pero en el camino se encontró con fuerte competencia.


Vamos a adivinar cual debió ser el objetivo principal de Uber Eats a su ingreso al Perú: “ convertirnos en la app de delivery número uno o número dos en los siguientes 24 meses”. Se cumplieron los 24 meses, no se consiguió el objetivo, entonces dejan de insistir y llevan sus recursos donde si pueden lograrlo. Esto es estrategia, la cuarentena no habría sido determinante.

La competencia está fuerte

En el Perú, Glovo ingresó al mercado en diciembre del 2017, Uber Eats ingresó al mercado en mayo del 2018 y Rappi lo hizo en noviembre del mismo año.


Glovo buscó posicionarse, según ellos mismos, como la app ‘anything delivered’, lo que quieras, donde quieras, cuando quieras;


Rappi, sustentó su crecimiento en restaurantes (70% de sus pedidos), supermercados y en lugares para comprar antojos; y


Uber Eats, se enfocó solo en restaurantes, que si bien son la gran mayoría de los pedidos por aplicativo, no lo son todo.


En un estudio de mediados del 2019, la Consultora Arellano establecía el top of mind del mercado peruano y Glovo ya tenía el 48%, seguido de Rappi con el 13% y Uber Eats solo con el 7%. Domicilios.com tenía el 4% de recordación y fué comprada por Glovo en abril del 2019.


“Llegar primero no garantiza tener el liderazgo. Eso lo sabe bien Uber Eats, que aunque se especializa en restaurantes, ha sido superada por Glovo, Rappi y otras marcas gastronómicas en frecuencia de uso”. Arellano Consultora

¿Fué Uber Eats golpeado por el mercado peruano?

La verdad es que no.


Uber Eats tiene objetivos globales, es una marca en plena expansión regional. Lo que pasa en el Perú, y en los otros mercados de donde se ha retirado, son eventualidades ya contempladas en sus planes. Si no es posible consolidarse en un mercado en los primeros 2 años, simplemente se sale y no se gastan más recursos allí. Estratégicamente, es mejor salir y dejar de perder, que quedarse y dejar de ganar.


El mismo 29 de mayo, fecha en que se anunciaba la salida de Uber Eats del mercado peruano, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de Chile, luego de 6 meses, autorizaba a Uber la compra de la participación mayoritaria de CornerShop por $459 millones. CornerShop permite realizar compra de víveres por su aplicación. Están presentes en Brasil, Canadá, Colombia, Perú, México y EEUU.


Esto si puede ser un elemento determinante para su salida del Perú, estratégicamente dejan de gastar en el Perú y se llevan sus chivas a Chile porque acaban de comprar CornerShop.

Uber Eats sale del mercado peruano y vuelve como CornerShop.

En declaraciones de Eduardo Donnelly, gerente general de Uber Eats para América Latina “este paso nos acerca al objetivo de ser la plataforma del día a día de las personas…”. Objetivos y estrategias, objetivos y estrategias.


Todo se reduce a los números

Para diciembre del 2019, Glovo ya tenía una valoración de $1,000 millones, convirtiéndose en el segundo ‘unicornio’ español, despúes de Cabify. Glovo está presente en 26 países.

La colombiana Rappi, ya está valorada en $3,500 millones y habría llegado, por ahora, solo a 7 países.


En cambio, Uber, según Morgan Stanley, tiene un valor de $120,000 millones, está en 70 paises, y su aplicación Uber Eats atiende 45 de ellos… hay que recordar que Uber Eats es solo una extensión de marca de Uber y busca mercados atractivos, por lo que retirarse de un país o entrar a otro, solo es una jugada de ajedrez, es parte del juego.

El modelo de negocios de Uber ha ido evolucionando en el tiempo hasta llegar a un gran abanico de intereses, por ahora todos enfocados en la movilidad. Van desde la movilidad aérea (con helicópteros) hasta la movilidad en scooters.

El año pasado, en San Francisco encontré algunos de los scooters de Uber, la foto es de uno de ellos.Para una corporación como Uber no ganar lo establecido es como perder, no pueden quedarse en un mercado por orgullo o heroísmo, así no se manejan los negocios


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Algunas veces usé la aplicación de Uber Eats y no noté mayor diferencia con Rappi o Glovo, en realidad las use intercaladas, una vez Uber, otra Rappi y otra Glovo, y podría jurar que venía el mismo repartidor cada vez.



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